Cuanto hay que beber
Sudemos o no, cuando hacemos ejercicio el cuerpo está constantemente consumiendo agua y sales minerales, entre otros. Estas pérdidas de líquido hay que reponerlas constantemente para mantener un equilibrio en el rendimiento del ciclista. De no hacerlo y sobre todo en épocas de verano podemos tener problemas del tipo calambres o incluso deshidrataciones.
Cuando llevamos una hidratación poco regular, lo “único” que nos puede pasar es que el rendimiento no sea óptimo. Pero llegados a momentos extremos o según donde nos encontremos, podemos tener problemas graves de salud si no nos hidratamos adecuadamente. Este tipo de mochilas lo que permiten es esto, estar adecuadamente bien hidratados y disponer de un almacenamiento suficiente como para realizar etapas exigentes y de larga duración.
Evidentemente, a mayor temperatura ambiental mayor va a ser el grado de sudoración que va a desarrollar nuestro cuerpo para regular la temperatura y así refrigerarse. La intensidad de ejercicio que estemos realizando también es un factor determinante, ya que a mayor intensidad, mayor pérdida de agua.
También hay que tener en cuenta que el cuerpo es capaz de asimilar solamente 1 L a la hora. Superar esta cantidad de líquido puede hacer que el cuerpo ralentice su asimilación y consigo la pérdida de rendimiento. Precisamente por esto es importante ir bebiendo poco a poco, no dejando de hacerlo y no realizando ingestas muy abundantes. La idea es mantener el cuerpo hidratado a una intensidad constante.
Cada cuerpo es un mundo y hay muchos ciclistas a los que les cuesta mucho beber, pero de forma informativa te diré que un ciclista profesional en el Tour de Francia en una única etapa, puede llegar a consumir hasta 8 bidones de agua, lo que supone 4 L. Seguramente tu nunca llegues a hacer una actividad con una intensidad tan alta como un ciclista profesional, pero es aconsejable beber aproximadamente medio litro por cada hora de actividad realizada.