El uso de potenciómetros se limitaba al uso en laboratorio, para hacer pruebas de esfuerzo y determinar zonas de entrenamiento etc., que se iban a cotejar con el pulso y cada cierto tiempo esas pruebas se repetían para adecuarlos al progreso del deportista. Luego hubo profesionales de alto nivel que empezaron a hacer ciertos entrenamientos haciendo uso de potenciómetros. Esto permitía ver en campo si los datos obtenidos en laboratorio eran reales y se trabajaban con ambos. a día de hoy incluso los ciclistas amateurs ya entrenan con potenciómetro. Vaya cambio… y en muy poquito tiempo. Pero.. ¿Cómo fue la evolución de los pedales con medidor de potencia?
Indice de contenido
ToggleLos orígenes: cuando medir la potencia era cosa de laboratorio
La idea de medir la potencia en una bicicleta fuera del laboratorio no es nueva, de echo tiene bastantes años. A principios de los años 80, el ingeniero alemán Ulrich Schoberer creó el primer medidor de potencia funcional, el SRM (Schoberer Rad Messtechnik).
Su invento integraba galgas extensométricas en la araña del plato para registrar la torsión generada por la fuerza aplicada al pedal. Era una tecnología pionera, pero costosa, voluminosa y dirigida casi exclusivamente a equipos profesionales y laboratorios de biomecánica.
En aquella época, un sistema SRM completo podía superar los 5.000 € (ajustado a precios actuales, unos 10.000 €). Solo los equipos World Tour o los centros de alto rendimiento podían permitírselo. Estos potenciómetros únicamente se utilizaban para realizar ciertos entrenamientos, no se usaban de forma constante.
A finales de los 90 y principios de los 2000 aparecieron alternativas como PowerTap, que colocaba el medidor en el buje de la rueda trasera. Era más asequible (alrededor de 1.500 €–2.000 €) y empezó a democratizar el acceso a la medición de potencia, aunque seguía lejos del alcance del ciclista medio y seguían siendo de uso esporádico.
La búsqueda de la practicidad: del laboratorio al entrenamiento real
Durante los 2000, SRM y PowerTap dominaron el mercado, mientras Polar y Look experimentaban con sistemas en los pedales o bielas. El objetivo era claro: lograr una medición precisa, ligera y fácil de instalar. Sin embargo, las limitaciones tecnológicas eran evidentes: sensores sensibles a la temperatura, transmisión por cable o infrarrojos, y calibraciones engorrosas.
Por tanto, aunque la potencia se convirtió en el estándar de los entrenamientos profesionales, su adopción en el ciclismo aficionado era mínima. A nivel económico, invertir 2.000–3.000 € en un potenciómetro cuando una bicicleta de gama media costaba lo mismo no tenía mucho sentido para la mayoría de ciclistas.
El cambio de paradigma: los pedales con potenciómetro
El gran salto llegó cuando la medición se desplazó al punto exacto donde se ejerce la fuerza: el pedal.
Garmin fue la primera marca en lograrlo con el Vector (lanzado en 2013).
Por primera vez, un ciclista podía medir potencia con una instalación tan simple como cambiar de pedales.
A diferencia de los potenciómetros en biela o buje, los pedales ofrecían ventajas claras:
- Instalación rápida sin herramientas especiales.
- Transferencia sencilla entre bicicletas.
- Medición independiente por pierna.
- Precisión cercana al ±1 %.
Sin embargo, el Vector 1 costaba alrededor de 1.500 €, lo que lo mantenía todavía en el rango “profesional” o “entusiasta avanzado”.
Años después, con el lanzamiento de los PowerTap P1 (2015) y sobre todo los Favero Assioma Duo (2017), los precios bajaron hasta los 600–800 € por un sistema dual.
Ese punto marcó la verdadera popularización del potenciómetro de pedal: se mantenía una precisión del ±1 %, pero a un coste muy inferior.
Los intentos fallidos y los proyectos que quedaron atrás
No todas las marcas lograron sobrevivir en esta transición. Varias empresas prometieron potenciómetros ultraligeros, económicos o con sensores en el propio calzado, pero se enfrentaron a tres problemas recurrentes:
- Durabilidad: los pedales soportan impactos, agua, suciedad y torsión. Muchos sensores no resistían condiciones reales.
- Estabilidad térmica: las galgas se deforman con el calor; los modelos sin compensación térmica ofrecían lecturas erráticas.
- Soporte técnico y compatibilidad: algunas marcas pequeñas no pudieron mantener actualizaciones de firmware o garantizar conexión estable con ANT+ o Bluetooth.
Como resultado, proyectos interesantes desaparecieron (como Brim Brothers, Metrigear Vector antes de ser comprado por Garmin, o el Look/Polar Keo Power original).

Evolución tecnológica y económica: de lujo a herramienta común
En apenas una década, el precio medio de un potenciómetro ha caído más de un 60 %, mientras su fiabilidad ha aumentado de forma significativa.
En 2010, un medidor fiable costaba unos 2.000 €; hoy se pueden encontrar pedales de precisión profesional por 400–600 €.
Ajustado a la inflación y al poder adquisitivo, esto equivale a pasar de un producto reservado a profesionales (un 200–300 % del salario medio mensual de entonces) a uno que hoy cuesta lo mismo que unas ruedas de gama media.
Es decir, ya no es un lujo técnico, sino una inversión razonable para entrenar con datos reales.
¿Su expansión fue solo una moda? No. La popularización vino acompañada de:
- Una bajada progresiva de precios.
- Mayor interés por el entrenamiento estructurado y plataformas como Strava o TrainingPeaks.
- Ciclocomputadores más accesibles y conectividad universal.
- Ciclistas que querían datos objetivos, no solo sensaciones o frecuencia cardíaca.
La actualidad: madurez y precisión
Los modernos modelos de pedales con medidor de potencia (Garmin Rally, Favero Assioma, Wahoo Powrlink, SRM X-Power) ofrecen:
- Precisión del ±1 %.
- Conectividad ANT+ y Bluetooth LE.
- Autonomía de 60 a 120 horas.
- Peso apenas superior al de un pedal convencional.
- Análisis avanzados: equilibrio entre piernas, torque effectiveness, pedal smoothness, y curva de potencia.
Hoy la barrera ya no es el precio, sino el nivel de interés del ciclista: si se entrena por zonas de potencia, incluso un modelo básico resulta suficiente.
Lo que viene: sensores más inteligentes
El futuro apunta hacia:
- Integración total del sistema pedal-biela-calzado.
- Sensores capaces de analizar la técnica y la fatiga muscular en tiempo real.
- Datos combinados con plataformas de inteligencia artificial para optimizar entrenamientos.
- Costes aún menores gracias a la miniaturización electrónica.
En otras palabras, la medición de potencia dejará de ser una herramienta de análisis post-entrenamiento y pasará a ser una guía activa de rendimiento en tiempo real.
Powertap la pionera que se quedó estancada
La marca PowerTap, conocida por su clásico buje medidor de potencia, intentó dar el salto a los pedales con su modelo P1. Aunque tuvo buena acogida inicial, el diseño resultó demasiado voluminoso: el sensor se situaba detrás del eje, quedando muy cerca del suelo y limitando el ángulo de inclinación en curvas.
Este defecto, junto con la llegada de opciones más compactas como los Garmin Vector y los Look Exakt, hizo que PowerTap perdiera rápidamente protagonismo. Sin capacidad de adaptación, la marca acabó quedándose fuera del mercado de potenciómetros, y hoy ya no fabrica ningún modelo propio.
En resumidas cuentas…
Del laboratorio al ciclista aficionado, los potenciómetros —y especialmente los pedales con sensor integrado— han recorrido un camino que refleja la evolución del ciclismo moderno: más técnico, más medible y más accesible.
Lo que en 1990 costaba lo mismo que una bicicleta de competición, hoy está al alcance de cualquier ciclista que quiera entrenar con rigor.
Y aunque la moda influyó, fue la combinación de progreso técnico, reducción de costes y cultura del dato la que consolidó el potenciómetro como la herramienta más precisa para entender el rendimiento sobre la bicicleta.
Cronología detallada (hitos y lanzamientos clave)
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1986 — Primeros desarrollos de SRM (Ulrich Schoberer) — invención del potenciómetro móvil
SRM se considera el pionero moderno de la medición de potencia integrada en la transmisión (crank/spider).
Fuente: SRM — “The history of power meters”. www.srm.de -
Finales de los 90 (≈1998) — PowerTap lanza el medidor de potencia en el buje trasero
PowerTap (basado en ideas previas de Tune) popularizó el medidor en el hub como una alternativa más asequible al SRM.
Fuente: revisión histórica / análisis PowerTap. Rider Fit & Sales -
18 de agosto de 2011 (anuncio) / marzo 2012 (disponibilidad) — Garmin anuncia y lanza Vector (pedal-potenciómetro)
Garmin Vector abre la vía comercial para pedales con medidor de potencia (precio inicial ~1.499 $).
Fuente: anuncio y cobertura técnica (DC Rainmaker / comunicados). DC Rainmaker -
2013–2015 — Iteraciones y nuevas generaciones: Vector 2/2S (Garmin)
Garmin mejora la línea Vector (mejor integración y métricas de dinámica ciclista).
Fuente: comunicados y reviews de la época. DC Rainmaker -
Mayo–julio de 2015 — PowerTap lanza los pedales P1 (PowerTap P1)
PowerTap P1 se vendieron bien inicialmente, pero su diseño resultó voluminoso y con menor clearance que modelos posteriores. Precio de lanzamiento y reviews en 2015.
Fuente: DC Rainmaker (reseña y primera toma de contacto) — 2015. DC Rainmaker -
2015 — Favero bePRO (antecesor de Assioma)
Favero entra en el mercado con las bePRO (generación previa a Assioma); se usa como base para la posterior Assioma.
Fuente: review y ficha técnica Favero bePRO (2015). DC Rainmaker+1 -
31 de mayo de 2017 — Favero lanza Assioma (DUO/UNO)
Assioma se consolida como la opción de mejor relación calidad-precio (dual a precio mucho más cercano al aficionado). Desde entonces ha sido referente por precio/precisión.
Fuente: anuncio y reviews (2017). the5krunner -
2018 — SRM / LOOK EXAKT (SRM Exakt, colaboración con LOOK)
SRM y LOOK lanzan el EXAKT, un pedal/pedal-internals de altísima precisión (posicionado en gama alta).
Fuente: review SRM Exakt (DCRainmaker, 2018). DC Rainmaker -
2019 — SRAM adquiere PowerTap; relanzamientos / reordenación de la marca
Cambios de propiedad y estrategia que influyeron en la continuidad de modelos PowerTap.
Fuente: noticia de adquisición y relanzamiento (2019). BikeRadar -
2020s (2019–2022) — Aparición/expansión de más competidores y nuevas versiones
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Wahoo Speedplay Powrlink Zero (anunciado/lanzado en 2022 para la versión Speedplay).
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Garmin continúa con nuevas versiones (Vector → Rally / Vector sucesores).
Fuentes: Wahoo Powrlink noticias y prensa 2022; cobertura de actualizaciones Garmin. BikeRadar
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2024–2025 — Favero sigue actualizando la línea Assioma; nuevos modelos PRO/RS (modelos recientes y firmware)
Favero mantiene la familia Assioma y lanza modelos/progresiones técnicas (firmware y PRO RS en iteraciones recientes).
Fuente: sitio oficial Favero (página de productos y notas de firmware, 2024–2025). cycling.favero.com -
2022–2025 — Tendencias y pruebas (modelo dominante: pedales dual-sensor, mejor compensación térmica, baterías recargables)
Cobertura de varios medios y revisiones técnicas confirman la madurez del sector: pedales con ±1 % en condiciones normales, métricas avanzadas y más opciones de precio.
Fuentes: reviews comparativas y análisis técnicos (DC Rainmaker, CyclingTips y otros, 2015–2024). DC Rainmaker
Del laboratorio a la carretera
Sobre este artículo
Si bien los primeros potenciómetros se usaban para hacer pruebas de esfuerzo y entrenamientos súper específicos, hoy se utilizan de forma tan habitual que incluso muchas bicicletas los incorporan ya de serie. ¿Qué será lo siguiente?